Temas hay muchos, pero ganas muy pocas

Híjole, esto de escribir a diario es complicado. A veces las ideas fluyen como río y todo sale perfecto, pero luego me dan las doce de la noche y sigo sin saber que hacer o que decir. Sí, ya sé que no es necesario escribir todos los días, pero pienso que sería una lástima romper con ese record perfecto de entradas diarias que llevo desde que abrí este blog hace algunas semanas. Y ayer por poco me pasa, estaba cansado, ya me quería dormir y nada. La inspiración "se fue con unas viejas" y yo aquí como tonto dándole vueltas al asunto, más o menos igual que ahorita, que sigo sin saber ni qué contar. Supongo que podría hablar sobre la Navidad y todo eso, pero mi familia es cosa seria en asuntos de intercambios y comida para fiesta, así que mejor finjo que todavía falta un año para esa famosa cena. Podría hablarles sobre la nueva generación de consolas de juego que ya hizo acto de presencia en nuestro país, pero estoy molesto por lo caras que están y prefiero no acordarme (me chocan esos impuestos ridículos que inventan en México para darte todo al doble de caro, con razón el comercio informal es tan lucrativo aquí). Podría platicarles la impresión que me dio ver a Felipe Calderón reunirse con la milicia para decirles que "ya es hora de apoyar a la tropa" pero me entra la angustia de pensar lo que eso significa (¿se estará preparando para cualquier posible golpe de Estado?), así que mejor me abstengo. Como ven, temas hay muchos, pero ganas muy pocas. Bueno, al menos no dejé el espacio en blanco. Mañana trataré de escribir más temprano para que no me pasen estas cosas. Y desde ahorita les comento que la cadena de entradas diarias está cerca de romperse pues me voy de viaje, ¿adónde? ya luego les cuento. Nos vemos.