En el confesionario

Padre, hace un chorro que no me confieso pero es que estaba ocupado ¿sabe? Bueno, no tenía ganas de venir ¿está bien? Tampoco me vea con esos ojos de pistola. ¿Eh, mis pecados? Ah, nada muy grave. Bueno, una vez maté a tres ratas que invadieron mi casa, pero dios sabe que yo no las invité a la fiesta y tampoco disfruté cuando las aplasté mientras suplicaban por sus vidas. ¿Qué más? emmm, quizá he dicho dos o tres mentirillas blancas ahí de vez en cuando, pero si la gente no fuera tan metiche yo no tendría que andar inventando excusas ¿está de acuerdo? Y sí, admito que soy bien enojón, pero no le veo lo malo a estar mentando madres mientras veo el fútbol, esa es mi válvula de escape para no salir a pegarle a quien se ponga enfrente. De hecho, ¿no cree que ese muchachito en EU, que se puso a disparar en la escuela, debió mentar más madres y hacer menos panchos? ¿Por qué me ve así?

No se me ocurre qué otra cosa decirle... a ver: con la gula no tengo problema; vanidoso lo normal; perezoso... sólo en domingo, cuando hay que venir a misa, jejeje. ¡Oh, es broma! emmm... envidioso no creo, pero tampoco lo descarto. Y pus creo que ya es todo. ¿Cómo cuántos padres nuestro cubren mis pecados esta vez? Por cierto, ya que estamos en eso, dígame: ¿Usted vio el Planeta de los Simios, padre? No la versión original, sino la nueva con Mark Walberg? Marky Mark, para los cuates. ¿No? Es que me pareció interesante eso de que el changuito extraviado en la nave llegó a un planeta donde lo adoraban como a un dios, sólo por ser el primero de su especie. Bueno, el primero ahí... porque en la tierra ya había un chingo ¿verdad? Se me olvidó por qué le estaba preguntando eso. Yo creo que ya mejor me voy pues la fila es larga y muchos tienen cara de que hicieron algo malo. Perdón por la cheve, padre... pero es que me ayuda para curarme la cruda. Oiga, ¿no le dan ganas de venirse a comer una birria conmigo... o ya desayunó? Ta bien, nos vemos luego. Salud. :p