En todo el tiempo que llevo escribiendo en este blog me parece que sólo una vez hice mención de mi carrera en diseño gráfico, quizá por el hecho de que a eso me dedico y ya bastante tengo con hacerlo diario como para aparte venir aquí a seguir tratando el tema. Sin embargo, hoy haré una excepción. Y la razón es simple: estaba desayunando, sin poner mucha atención a lo que pasaba en el canal CNN, cuando un comercial me dejó perplejo. Era un anuncio de 99 designs, un sitio web que ofrece diseño a precios realmente bajos. Seguro pensarán: ¿Y eso qué tiene de raro? Pues la manera como ofrecen el servicio: Hacen concursos con cada solicitud recibida para que diseñadores de todas partes envíen propuestas que el cliente evalúa para elegir un ganador. ¿Y cuál es el problema? Para empezar, que a mí no se me ocurrió antes (jajaja), ya que representa una forma muy ingeniosa de convocar a gente talentosa sin prometerles nada más que una oportunidad de ser tomados en cuenta. Eso pensando como empresario, pero mi opinión de diseñador es un poco más negativa, pues esto representa otra forma de abaratar un oficio de por sí bastante castigado. Es decir, ya suficiente teníamos con ser vistos como "maistros de la talacha digital" para que ahora vengan a hacernos competir unos con otros, en busca de la mejor opción y al precio más barato.
Claro que el sitio web ofrece la posibilidad de aumentar el precio de cada proyecto con el fin de atraer a más grafistas, pero al definir un precio base acostumbran al público a no pagar más de lo que ellos opinan que es el precio justo. Y si ese sitio —u otro parecido— llega a nuestra región, se acabó el frilanceo, pues ahora todo mundo preferirá meter sus proyectos a concurso, en vez de negociar directamente con un solo diseñador. Es lógico, mientras más opciones tengas por un menor costo, mejor. Pero ¿cuánta gente realmente valorará el ingenio y la calidad de una buena propuesta? En este oficio se acostumbra presentar sólo 2 ideas para no confundir demasiado al cliente. ¿Qué pasará si ve 20 propuestas diferentes? ¿Y quién garantiza que, luego de tener en su poder todas esas ideas, no termine robando alguna para no pagar nada? Después de todo, no hay una forma efectiva de controlar este tipo de servicio en línea.
Y mientras más lo pienso, más le encuentro factores positivos y negativos. Por un lado, te olvidas de lidiar con gente testaruda que sólo te hace perder el tiempo (y la paciencia) y te dedicas exclusivamente a generar ideas que sobrepasen las de otros diseñadores; después de todo, la competencia es buena para dar lo mejor de ti mismo. Pero, como en todo concurso, existe la posibilidad de que gane la peor idea, simplemente porque así lo decidió alguien más. ¿Ustedes qué opinan?
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