martes, 31 de marzo de 2009

Moymoy Palaboy

Imaginen que tienen una computadora con cámara, una conexión a internet y mucho tiempo libre. ¿Qué se les ocurre que pueden hacer? ¿Subir videos chistosos a Youtube? Bueno, pues lo mismo hicieron estos escuincles ociosos de Filipinas (apodados Moymoy Palaboy), sólo que sus actuaciones alcanzaron la nada despreciable suma de cinco millones de visitantes, por lo que ahora ya son celebridades allá en su rancho (y próximamente en todo el mundo). Y la neta es que sí son muy chistosos, además de espontáneos y versátiles. Nomás chequen este playback que le hicieron a Marimar, donde salen muy salseros los weyes, haciéndole al cuento y ni idea tienen de qué dice la letra de la canción. ^_^

Me da mucha risa las caras que pone el flaco con pelos de Dragon Ball (alias el Roadfill) y su carnal no se queda atrás, dándole a los tambores mientras haces los coros (alias el Moymoy). Ya soy fan de Moymoy Palaboy y espero que Youtube no nos prive de sus masterhits, pues todo lo que ellos cantan está protegido por derecho de autor... y ya saben que al sitio le encanta sacar todo lo que huele a pirata. Yo por si las dudas ya estoy viendo la forma de bajarme unas copias y guardarlas para la posteridad, porque cosas así no pasan todos los días.

PD. Gracias ADN, por pasarnos el dato. ^_^

miércoles, 25 de marzo de 2009

Celebrando el 14 de febrero en marzo, jeje

Y para que vean que este blog apoya las investigaciones de periodistas serios y preparados, como Sami y Miguel Luis, los dejo con esta cápsula alusiva a la celebración del 14 de febrero. Espero que sea de su agrado... ah, y recuerden que: "La amistá también se da entre amigos", palabras inmortales de Miguel Luis. ^_^

martes, 24 de marzo de 2009

Seis grados de separación


El post de hoy tiene como fin comprobar que la teoría denominada Seis Grados de Separación es la neta del planeta (¿?). Para quienes no saben (como yo, hace veinte minutos ¿verdad?), dicha teoría se basa en que cualquier ñero en el mundo puede estar conectado a otro ñero a través de una cadena de valedores de apenas cinco o seis intermediarios (¡ay, wey!). Y para muestra, nomás chequen mi caso:

Yo (el lic), conocí a Karla (mi excompañera de cuarto) por medio de un ex socio al que llamaremos Banda. Luego, Karla es amiga del Rafa (mi actual casero), que a su vez es amigo del Richard (el Oso). ¿Y qué creen? ¡El Oso estudió conmigo en la Universidad! Esta noticia no tendría el menor chiste de no ser porque prácticamente no hay nada que relacione al Richard con Karla o Banda, pero es hasta que se completa la cadenita de cinco individuos que todo cobra sentido. ¿Qué tal, eh? Y quizá nunca lo hubiera sabido de no ser porque el Oso cayó de visita por mi cantón el fin de semana y yo me quedé con cara de "¿Ehhhh? ¿Quiúbole? ¿Tú que haces aquí, mano?" :/

Luego de esta experiencia, no me queda más que agradecer a Dios y a la suerte que nunca me he vuelto a encontrar con la gente que me caía mal en la escuela, en la barriada y en anteriores chambitas, porque la lista es larga y distinguida. Sí, señor. Y ustedes ¿tienen algún otro ejemplo que confirme la ley de los seis grados de separación? Si quieren checar bien de qué trata ese bisne, píquenle aquí... y si no, ps no. Nos vemos.

miércoles, 18 de marzo de 2009

La más gonchina de todas

La verdá, la verdá: yo nunca fuí fan de las películas de Disney viejitas, pues me parecían muy aburridas (¿Ya van a cantar otra vez? ¡que alguien me mate, por favor!). Y posiblemente no les habría puesto mucha atención a las nuevas de no ser porque mi hermana vivió un tiempo conmigo, y su hija tenía una copia de La Sirenita en VHS que le gustaba poner a cada ratito, así que me acostumbré a la idea de tener una película de Disney en mi colección... y un día que me animé a verla a escondidas me gustó, así que no dudé en comprar La Bella y la Bestia cuando la encontré en un Wal-mart de EU, la cual también se me hizo muy ocurrente y ni me molestó que se la pasaran cantando Be mi guest, be mi guest... and all that shit!. Y obvio, como ya era bien fan, me lancé por Aladin en cuanto salió a la venta para completar la trilogía de animaciones chidas. ^_^

Desafortunadamente para Disney, y para toda la fanaticada, las siguientes películas no tuvieron el mismo éxito, como El Jorobado de Notredame, Mulán, Pocahontas y no sé cual otra, así que me empecé a olvidar del asunto... hasta que salió Toy Story y de nuevo regresó la emoción. Y hasta me acuerdo haber ido a la primera función del día del estreno para verla antes que nadie porque era la novedad, la primera película hecha con animación por computadora ¡Ay, wey!. Claro, Tron fue la primera en usar animación digital, pero sólo en determinadas escenas (¿Se acuerdan de las motos, por ejemplo?), mientras que Toy Story era 100% alucín tecnológico. Y después vino Monster Inc para anotar el segundo tanto, y luego Toy Story 2, una de las pocas segundas partes que es incluso mejor que la anterior. Y ya como broche de oro salió Tarzán, que no sólo tenía un toque de anime y "aire europeo" (lo que sea que eso signifique), sino al mismísimo Felipe Colinas (Phil Collins, para los fresas) a cargo de la música. Ah, y ya se me estaba olvidando El Rey León, la película más aplaudida por la banda y que hasta ganó Oscar, creo. Y todo esto vino luego de que una amiga me preguntara cuál escena se me quedó más grabada de todas estas películas. Y, sin duda, es la de Woody y Buzz cayendo con estilo, al final de Toy Story. ¿Para ustedes cuál es la más gonchina de todas?

martes, 17 de marzo de 2009

Stuntman Mike, ¡Soy tu ídolo!

Hoy vengo a platicarles sobre una de las películas más tontas y extrañas que he visto en los últimos años: Death Proof. Y si no les suena el nombrecito es porque no fue muy comercial, a pesar de que pintaba para ser un experimento interesante de colaboración entre Robert Rodríguez (El Mariachi) y Quentin Tarantino (Pulp Fiction). La idea era que los dos directores homenajearan al cine de matiné de los años setenta, imitando incluso la mala edición que lo caracterizaba, con cortes repentinos entre escenas y un audio bastante patético. Bueno, pues Death Proof parece estar ubicada en los años 70s, al menos hasta que una chava saca el cel y se pone a mandar mensajes de texto (jajaja), y su principal problema es que no pasa nada durante los primeros 30 minutos. Quienes conocen a Tarantino saben que puede convertir una plática de cantina en una escena memorable (digna de un Oscar), pero esta vez no fue así, por lo que el espectador tiene que chutarse media hora de alcoholes y diálogo sin sentido para luego brincar de su asiento con una escena de lo más gore-hardcore (super sangrienta, pues). Pero, a pesar de toda la melcocha, el resultado es ridículamente chistoso, como todo lo que pasa hasta que aparece el letrero de FIN.

Y sin embargo aquí estoy, haciéndole una reseña a una película que no se merece ni el 6 de calificación, e incluso puse la foto de Stuntman Mike en mi Mazinger, pero supongo que cuando algo es tan absurdo y extraño como Death Proof, lo mínimo que se merece es un poco de reconocimiento. Así que ya saben: primera media hora aburrida + escena gore-hardcore chistosa + bola de tonterías hasta que se acaba = experimento que merece mención honorífica en los premios a la película más pacheca del año. Bueno, como sea, Kurt Russell quedó perfecto en el papel de Stuntman Mike, quien se porta muy rudo hasta que le dan un balazo (que apenas le rozó el brazo) y entonces se pone bien chillón a hacer de fachas, jajaja. Esos son hombres y no jaladas. Y como sé que tal vez jamás vean la peliculita, les dejo un pedazo para que se las curen junto conmigo. Síganse divirtiendo, nos vemos.

lunes, 9 de marzo de 2009

¿Cuántos de Suadero?

Apenas el viernes tuve oportunidad de ver la película "Cuántos de Suadero", mejor conocida por la banda como Quantum of Solace. O, como diría Jesús Ochoa: "Cuota de Nostalgia" (al fin que todo mundo le pone el nombre que quiere). Y más que venir a reseñarla, me vengo a quejar del señor Ochoa por ridículo, pues incluso lo invitaron al programa Ya es Medio Día en China (mundialmente desconocido) para promocionar la nueva película de James Bond, donde él comparte créditos con los grandes... ¿¿¿y cuál??? Su gran participación se limitó a salir de adorno en una escena de minuto y medio, aguantándose el aire para no verse muy panzón y/o para no reventar su trajecito de soldado boliviano (jajaja). Después agarró su portafolios y salió caminando muy digno, hasta que una guamazo lo manda a volar cual luchador en plena Arena México. :/

¿Qué onda con eso? Digo, está bien que se emocione de aparecer ahí, pero se hubiera limitado a presumir con sus amigos, en vez de andar de choro diciendo: "Chequen como salgo", pero como salgo volando. Todavía el Mascarita (de la película Matando Cabos) tuvo un papel más importante en Quantum... ¡y con diálogos! no como Don Jesús, al que bien podrían haber reemplazado por un camarógrafo vestido de soldado, o hasta por una palmera (para ahorrarse ese varo), y nadie lo habría extrañado. Pero el ataque de risa que me dio luego de verlo no me lo quita nadie, jajaja. Nomás por eso vale la pena ver al heredero de Roger Moore en versión mamey. ¿Y qué tal está Quantum? Pues definitvamente Casino Royale es mucho mejor, pero para un domingazo aburrido supongo que está perfecta. El problema aquí es tanta acción, resultado de una mente cuasi adolescente calenturienta que parece gritar: "Ya, quiero todo. Dámelo todo ahorita mismo", en vez de: "Te invito a mi casa, nos tomamos unas copitas y luego a ver qué más pasa". Y se van a dar cuenta desde el primer minuto, pues la persecusión en carros y los agentes colgados de cables habrían quedado mucho mejor al final, cuando ya todo estuviera dicho y nomás faltara salir a surtirle el pedido a los malos. ^_^