viernes, 31 de octubre de 2008

Super Size Me!


Creo que algo no me cayó bien ayer. No sé si fue el agua de avena (que manía tiene la gente de hacer aguas de sabores extraños, ¿no?), la sopa tarasca (frijol, cilantro y chile, una combinación peligrosa) o el mixchiote de venado a medio cocer (lo más seguro es que fueron las tres cosas), pero me cae que "ya no lo vuelvo a hacer" (frase célebre de quienes no aprenden la lección). Bueno, al menos hoy ya no se siente tanto frío como ayer, porque no hay nada peor que salir corriendo al baño de madrugada (igual que los monitos de Sims cuando ya se están flamenado) mientras disfrutas de temperaturas bajo cero por culpa de algún temporal en la costa de no-sé-dónde. ¡Rayos! y pensar que ya estaba parado frente a la pizarra de Burger King, listo para ordenar algo "ligerito" como un combo Extreme para llenar el tanque, pero como no veía que le echaran ganas los empleados mejor me fui a la fonda de mi casa y salió peor. Y desde hace varios días tenía ganas de comer en Burger King, pero ya ven. Capaz que me hubiera pasado lo mismo, pero al menos habría tolerado más este tormento chino. :p

Pasando a otro asunto, hoy una amiga se lanzó al maratón de Nueva York junto con su banda de corredores expertos. Y si todo sale de acuerdo al plan, estarán llegando a la meta en los lugares 49,998, 49,999 y 50,000 (de 50,000 participantes) jajaja. Ojalá nos traiga algún recuerdito de por allá, mínimo la revista del avión o una bolsa de cacahuates. Si hay fotos, prometo publicar siquiera una aquí mero. Bueno, eso es todo, síganse divirtiendo y ¡Feliz Día de Muertos!

PD. Los gringos usan esa sonsera de "Super Size me" para decir que quieren todo tamaño familiar, como las cubetotas de palomitas en el cine y los vasos extra grandes. No por nada tienen tanto ciudadano corpulento, por no decir gordazo. Aunque los mexicanos no vendemos piñas ¿eh?

jueves, 30 de octubre de 2008

La caída del lic

Por más que busqué en la red, no di con el famoso video del programa Difícil de Creer donde supuestamente aparece este espacio, aunque durara en pantalla el tiempo que ustedes tardan en pestañear. Ahora nunca sabremos de qué estaban hablando estos compas, ni por qué eligieron éste y no algún otro de los dos millones de blogs que hay actualmente. Y como ya saben que una búsqueda en internet siempre deriva en otra cosa, de pronto ya estaba presenciando las mil y una burlas que le hicieron al niño Edgar luego de que se cayera al agua. ¿Que no conocen al niño Edgar? ¿Cómo, si es rete famoso? Bueno, la verdad yo tampoco sabía nada de este chamaco, quien "disfrutó" de sus cinco segundos de fama luego de que sus primos subieran el video a youtube. A mi me hubiera dado un chorro de verguenza que el planeta entero me viera hacer esas fachas, aunque seguro es una excelente terapia para superar el miedo al ridículo, o para no salir de tu casa jamás, jejeje. Y sin más, los dejo con la caída de Edgar en versión Street Fighter (videojuego de golpizas clásico de hace unos diez años). Eso que se ve arriba es la barra de energía de los peleadores, por lo que el primo se fue en PERFECT. Nos vemos. ^_^


lunes, 27 de octubre de 2008

Chabelo eternamente


¿Alguien sabe cuántos años tiene don Javier López Chabelo? Porque yo era un niño cuando él ya tenía su programa de concursos en la tele; ese que todavía pasan los domingos, luego de mil años. Y por supuesto que me paraba temprano para verlo, pero no por él, sino por todos los juguetes que nos restregaban en la cara y no podíamos comprar, pues había que esperar a que los Reyes Magos se apiadaran y los trajeran en Navidad. Y quizá ya nadie se acuerde, pero no había programa en que no saliera un anuncio de Avalanchas, que eran como Go-Karts sin motor para que te tiraras de una pendiente inclinada y le hicieras al piloto de pruebas, jajaja. O los famosos muebles Troncoso, que no estaban tan mal, pero para un niño eran como una bolsa de estiércol, prefieriendo el paquete de paletas Tutsi Pop, chiclosos del Osito Montes y las Palelocas, que tenían caramelo en ambos extremos del palito. Luego venía la hora de la verdad, cuando los ganadores decidían si se daban a la fuga con sus premios o le entraban a la "catafixia", donde podían ganar cosas mejores o una mula con sombrero, por ejemplo. Y ya que andamos en esas, ¿qué tal los trajeados que iban a presumir su perfecto dominio del yoyo Duncan? Se ve que dormían con esa cosa amarrada al dedo, pues no había nadie más chido que ellos para sacar todos los poderes, como la vuelta al mundo, el perrito, el péndulo y todas esas jaladas que nos encantaba ver y tratar de repetir sin mucho éxito. ¿Y qué tal los juguetes Mi Alegría? Esas cosas supuestamente servían para aprender mientras jugabas, pero no sé qué tan divertido podía haber sido hacerla de científico loco y eso.

Y por último venía el obligado playback, donde Chabelo le hacía a la cantada y yo le cambiaba de canal. Y, por increíble que parezca, hoy todavía sigue haciendo lo mismo el señor, con juguetes nuevos y una voz más aguardientosa que nunca, pero ahí sigue. Y no importa que se fracture la pierna o lo atropellen sobre Insurgentes, estoy seguro que ahí seguirá con su trajecito de holandés. Mis respetos. Chabelo forever...

sábado, 18 de octubre de 2008

¡Noooo, el anillo de la muerte noooo!


Jovenazos y jovenazas, ¿qué creen? Ya me decía mi sexto sentido que no confiara en Microsoft, pero ahí voy de necio. Bueno, pues resulta que hace casi un año compré un "Equis box" porque según era lo máximo.. y sí lo fue, al menos el tiempo que funcionó el mentado aparato. Hoy, como dijera el buen Clavillazo: "Se murió todito" y así nomás. Les comento porque quienes le hacemos al vicio del juego sabemos que la consola ya es famosa por tronarse de manera inesperada. Y la gente de Microsoft lo sabía desde antes, pero se hicieron mensos porque salía más barato dar servicio técnico a los Xbox descompuestos que retirar todos del mercado para corregir el error.

¿Y entonces pa qué lo compraste? Sí, ya sé que soy bien wey, pero el tiempo que duró el aparato me la pasé muy bien, porque aparte de escribir en el blog suelo jugar para distraerme un rato, y temo que ni el Wii de Nintendo o el PS3 de Sony tienen lo que necesito para alucinar un rato. Claro que eso no le da derecho a Microsoft de estafarnos, sobre todo porque ahora estoy peleando para que me hagan válida la garantía, la cual expira justo en dos días. De momento, la gente del servicio telefónico está en el plan de "Lástima, Margarito", pero la che poliza dice que es por 12 meses, no por 11 meses y 28 días, así que no me quedaré tranquilo hasta que me den otro Xbox que funcione bien... aunque sea por un lapso minúsculo de tiempo. ¿Mi recomendación? No se metan en broncas y mejor hagan deporte. Nomás los muy clavados del videojuego podemos vivir con las consecuencias del vicio. Y pues mientras jugaré matatena.

viernes, 17 de octubre de 2008

Ta ta ra rá...

Pocas películas tienen un final tan agridulce como Cazadores del Arca Perdida, pues luego de todo el relajo que pasó el Dr. Jones, de recorrer mundo y enfrentar mil peligros para evitar que el Arca cayera en malas manos, nos salen con que lo mejor es convertirla en otro secreto militar de los miles que tienen apilados quién sabe dónde. O sea que nadie ganó realmente... salvo la misma Arca, pues encontró un refugio mucho más seguro que la tumba donde estaba enterrada antes (o al menos hasta que el mismo Indiana Jones rompe la caja sin querer en la cuarta parte). Y no es por nada, pero el tema de la película es uno de los más memorables en la historia del cine y siempre me pone de buenas cuando lo oigo. Por cierto, ¿sabían que la segunda parte (el Templo de la Perdición) es en realidad una precuela? Sí, porque la fecha que aparece al inicio es de uno o dos años antes. ¿Qué tal?

jueves, 16 de octubre de 2008

¡Por fin fuera!

Me cae que está bien pesado dormir en un hospital. Y no me refiero a tratar de acomodarse en el piso o donde sea, eso es lo de menos, más bien a que todo el tiempo están entrando y saliendo las enfermeras, prendiendo luces y haciendo un chorro de ruido, sin contar las serenatas de los enfermos de junto, porque meten tres por cuarto. Y no es por hacer menos la labor de estas señoras, pero se confían de que siempre hay un pariente al lado del enfermo para que lo cuide y le ayude a comer, a tomar pastillas y llevarlo al baño ¿No se supone que esa también es tarea de ellas? Porque había pacientes sin familiares que pasaban las de Caín para tratar de levantarse y eso se me hace una ingratitud. Hubo una mujer que mojó la cama por falta de asistencia, y en vez de molestarse porque que la ignoraron, estaba preocupada de que no se fueran a enojar con ella, pobre.

Pero bueno, lo importante es que mi mamá ya salió del hospital (eehhhhh!!!). Se acabaron las horas de visita, las cenas en el área de urgencias, las noches sin dormir y las enfermeras respondonas (ah, porque como son sangronas algunas... parece que odian su trabajo o algo). Ayer ya durmió en casa y eso, como sea, le sirve para estar más tranquila y mejor atendida. Lástima que ésta es apenas la primera de tres operaciones que se tiene que hacer, pero ya vamos de gane. Sólo espero que la próxima sea después de Navidad, siquiera para poder recuperarme de tanta acción y que pase un poco el frío. ^_^

sábado, 11 de octubre de 2008

Después de la operación

Por fin operaron a mi mamá. Su cirugía estaba programada para el lunes, pero el jueves había chance y pues de una vez. Y como piden donadores de sangre, tuvimos que hacer fila desde las 5:30 am del día anterior para alcanzar lugar, ya que sólo admiten a 60 diarios. Por cierto, cuando me estaban sacando sangre, al tipo que estaba frente a mí le dio la chiripiolca y que se pone a gritar como loco. Las enfermeras dicen que ya están acostumbradas, pero cuando se le salió la aguja y empezó a chorrear sangre por todos lados casi se mueren del susto. Y, según me cuentan, los gritos se oyeron hasta el pasillo, por lo que una jovenaza salió corriendo y ya no quiso donar nada. De ahí nos pasaron a un cuarto donde reparten sandwiches y jugo de manzana para recuperar energías (no sólo por la sacada de sangre, sino por la friega de estar parados tantas horas) y listo. Como dato curioso, mi sangre la apartaron para la operación de mi mamá, pues dicen que son pocos los que tienen B Negativo y por eso escasea.

Por otro lado, y esto me parece digno de mención, llegó un neurocirujano al que el mismo jefe de cirugía lo considera su maestro y eso que es como 20 años más joven, pero sabe un montón y es experto en estos casos (casi como el McDreamy en Gray´s Anatomy). La operación la hicieron entre ellos dos y dicen que fue muy complicada, pero que todo salió muy bien. Y otra cosa: mi mamá fue muy afortunada pues detectaron su problema antes de que fuera muy tarde; de lo contrario, la aneurisma se pudo haber reventado y adiós. Hoy ya está en recuperación y en un par de días la dejarán volver a casa, gracias a dios y a todos los que estuvieron al pendiente de ella. Y gracias a ustedes también por el apoyo. Las horas que estuvo en el quirófano fueron tan largas que traté de hacer cualquier cosa con tal de no pensar en lo que podría salir mal... y visitar blogs siempre es una buena forma de distraerse. ^_^

domingo, 5 de octubre de 2008

Neurocirugía en Zaragoza


El lunes pasado pintaba a ser un día bastante común y corriente, incluso aburrido, pero desde muy temprano me di cuenta que no sería así. Un mensaje de mi hermano que decía "mi mamá perdió la memoria", seguido por otro de "mi mamá se está portando muy raro" me hicieron dejar todo y correr a ver qué estaba pasando. Cuando los médicos te explican las cosas, todo parece muy normal, pero cuando no tienes idea de lo que está pasando te asustas y no sabes ni qué hacer, y así nos pasó con mi mamá, que hacía la misma pregunta una y otra vez, como disco rayado. Como pudieron se la llevaron al hospital, donde le hicieron una resonancia magnética nuclear (carisísima, por cierto) y resulta que tiene una aneurisma, que es como una hernia en la cabeza, y el rato en que estuvo actuando raro tuvo dos infartos cerebrales (los que afortunadamente no le provocaron ningún daño físico o mental). Hoy está esperando turno para operarse en el hospital Ignacio Zaragoza, y si todo sale bien, ésta sería la segunda vez que una institución de gobierno demuestra estar a la altura de los mejores hospitales del mundo. Y es que, hace algunos ayeres, mi papá tuvo un infarto y fue atendido en Cardiología del Centro Médico Siglo XXI, donde la negligencia médica y la burocracia no tienen cabida, y donde cualquier persona es atendida como si fuera ricachón.

Un neurocirujano nos recomendó el hospital Zaragoza porque parece ser de los mejores en esa especialidad, y yo espero que así sea, pero estoy consciente de que una operación de cerebro siempre es de alto riesgo y cualquier cosa puede pasar. Es por ese motivo que he estado alejado del blog en estos días (y de todo en general), pero seguiré regresando para contarles más cosas o para terapearme de incógnito. Como sea, muchas gracias... y hasta luego.