Batman Inicia y El Caballero de la Noche son las dos mejores películas del murciélago que se han hecho hasta hoy. Las únicas que entendieron a la perfección las motivaciones de héroes y villanos por igual, y las supieron plasmar en historias dignas de verse una y otra vez. Sin embargo, algo pasó con su tercera parte, la que vendría a completar la trilogía perfecta. Quizá pensaron que ya nada sería suficiente para complacer a los miles de fans, quizá se apresuraron a terminar el proyecto sin poner la misma atención al detalle. O quizá, aún con las mejores intenciones, no pudieron mantener la calidad de las dos primeras. Empezando por el guión: ¿Qué caso tenía mostrar a un Bruce Wayne lisiado y amargado (cual si fuera Dr. House)? Está claro que la tercera parte quería enfocarse en las consecuencias de la mentira que contaron para cubrir a Harvey Dent, pero el Batman de los comics nunca se dio por vencido, sin importar lo mal que estuvieran las cosas. La idea de esconderse durante ocho años para llorar a su novia y sentir lástima de él mismo debió ser descartada para seguir respetando la esencia del personaje. El Batman de la tercera parte tendría que haber sido un anti héroe que apalea villanos desde el primer minuto y que, gracias a la ayuda de nuevos aliados, volviera a ser el héroe que Gotham necesita.
Por otro lado, Anne Hathaway no decepciona en su papel de Selina Kyle, una ladrona que pasa de buena a mala en cualquier momento y que no le teme al peligro, siempre que haya una recompensa de por medio. Podría decir que es la mejor Catwoman de todas, aunque en ningún momento la llamen así en la película. Y lo único que faltó para que fuera perfecta es verla pelear con su látigo, pero eso ya habría sido demasiado. Bane es quien no me terminó de convencer, quizá habría sido mejor regresarlo al tablero de dibujo, por así decirlo. Y el "villano sorpresa" tampoco me encantó, pues demeritó el amplio repertorio de villanos completamente ajenos a los ya mostrados en las otras películas. ¿Para qué regresar a un asunto que ya había terminado? Es decir, la Liga de las Sombras ya era historia, no tenía caso regresar otra vez a eso.
Y si sumamos las inconsistencias, como una bomba que tardó un mes en activarse —el mismo tiempo que le llevó a Bruce aliviarse de una lesión en la columna de la que pocos se recuperan—, un cuerpo de policía que salió listo para enfrentar al crimen organizado, luego de 30 días bajo tierra (con el uniforme planchado y el ánimo hasta el cielo) y la teletransportación de Wayne de Estambul a Gótica para llegar justo antes de la explosión, queda claro que este no fue el mejor trabajo del equipo creativo. The Dark Knight Rises es una película con fallas que tiene lo suficiente para ser una tercera parte decente, pero no está a la altura de las otras dos, lástima.