lunes, 28 de marzo de 2011

Sucker Punch


"No estarás preparado", esa es la frase con que promocionan esta... cosa. Y tienen razón, no hay forma de prepararse para perder 2 horas de tu vida, más los 60-70 pesos del cinito y las palomas. Pero, antes de criticar la película, empezaré por criticar a su director: Zack Snyder, quien pensó que tenía el talento suficiente para convertir una idea loca en una experiencia inolvidable. Y seguramente ignoró a todos aquellos que dijeron: "Oye, hermano, creo que a tu historia le falta algo ¿no? o más bien le sobra mucho". Incluso me imagino a Snyder diciéndoles a todos: "Cállense, bola de obtusos. Mi guión está super chingón". Y ahí están las consecuencias. Ahora, como dijera un crítico de cine por allí, yo quería que me gustara Sucker Punch, en serio, pero nunca sentí la menor empatía por estas chamacas ni por su causa. De hecho, no me importaba si se salían con la suya o morían en el intento... y en eso también culpo al director, por no exprimirles algo de emoción a estas señoritas. Sucker Punch es una película gris y lenta que nunca termina de tomar sentido, ni siquiera después de su final "chamalanesco" (o sea, al puro estilo de M. Night Shyamalan). Y sí, tiene harta acción y 2-3 buenas rolas, pero ni con eso se salva de ser un experimento fallido. Incluso abusa de las peleas en cámara lenta. Y como cada una es totalmente ajena a la anterior, ni siquiera te emociona ver perder a los villanos, que son simples costales para practicar boxeo y tiro al blanco. Yo esperaría a que la pasen por TV para que no gasten un peso en ella. Ya dije.