La gente no suele mirar mucho el cielo, pero yo sí. A veces, cuando salgo del metro o camino por un parque, me gusta ver hacia arriba y contemplar el azul del cielo. Y la verdad no entiendo cómo se puso azul el cielo de mi ciudad, si hace unos años era tan gris que se suspendían las clases y se aplicaba el doble Hoy No Circula para evitar que la gente cayera como moscas debido a la contaminación (como pasó con cientos de pájaros que no aguantaron el efecto de las inversiones térmicas en el DF). Quizá hoy es azul el cielo porque mucha gente hizo conciencia y aprendió a cuidar mejor su ciudad, pero aun falta mucho por hacer y por eso aprovecho que hoy es el día en que los blogueros del mundo se unen para hablar del medio ambiente para sumarme a la causa. De hecho, si me dan a escoger entre avance tecnológico o conservación de la naturaleza elijo esto último, pues de nada nos sirve un mundo ultra sofisticado si ya está muerto por dentro (de repente recordé la historia de Kryptón, planeta nativo de Supermán que explotó por culpa del maltrato que sufrió con los siglos).
Y sí, yo sé que las grandes compañías son las que peor daño le han hecho al planeta, pero todos en algún momento hemos contribuido a empeorar la situación (incluso al usar cosas tan simples como spray del pelo), pero también podemos ayudar a corregirla si hacemos conciencia y no tiramos basura en las calles, reciclamos, usamos menos el carro y todo eso. El chiste es contribuir a que nuestros cielos nunca más se vuelvan a ver grises y evitar futuros tristes al estilo de Cuando el Futuro nos Alcance (película clásica con Charlton Heston). ¿O será que estamos destinados a ser descubiertos por otra civilización y que se sorprendan de que alguna vez la tierra tuvo agua como nos pasó a nosotros con Marte? Nos vemos.
