Recuerdo que hubo un blog de alguien (no diré su nombre) que casi nunca escribía y al que yo visitaba todos los días sólo para ver si encontraba algo nuevo; pero nunca hubo nada nuevo, siempre las mismas cosas y esa extraña sensación de abandono... hasta el día en que simplemente se esfumó. Si hoy trato de entrar a ese blog aparece un mensaje de que esa dirección ya fue borrada y no se encuentra disponible, así que su autor se fue sin siquiera despedirse. Bueno, supongo que eso pasa cuando la gente se cansa de escribir y decide regresar al mundo real, aunque habrá quien diga que el real es aquél donde te sientes más a gusto y no lo culpo. Pero, finalmente, todo lo que empieza tiene que acabar alguna vez ¿no creen?
Afortunadamente mi caso es distinto pues me gusta escribir y me sirve de terapia, pero esta larga ausencia me hace pensar si aun hay alguien por allí que pasa de vez en cuando al viejo blog sólo para ver que todo sigue igual que ayer y antier... y aún así piensa seguir pasando para ver si se encuentra algo distinto mañana o pasado. A mí me habría gustado encontrar algo nuevo en aquél blog, aunque fuera su mensaje de despedida o algo así, pero la vida sigue y aquí seguimos.
domingo, 18 de febrero de 2007
sábado, 3 de febrero de 2007
No se murio el amor... segun Mijares
¿Dónde quedó el amor? Este que se supone es el mes de la miel y la melcocha, de la cursilería y las demostraciones de afecto en público me doy cuenta que hay una clara ausencia de amor a todas partes donde volteo. Varios amigos de blog están decepcionados de Cupido por no encontrarles pareja, otros más están tristes por algún rompimiento reciente y muchos otros ya se acostumbraron a la idea de estar solos desde hace un buen rato (y fuera de Blogger las cosas están más o menos igual). En mi caso particular, temo que pasaré este 14 de febrero solo y no por gusto, pues la chica con la que salía de repente conoció a otra persona y salió de mi vida igual de rápido que como llegó, jajaja (ahora otro tendrá que comprarle chocolates y flores). Pero, ya que lo pienso, hace mucho no me toca pasar el día del amor con nadie especial y no sé si es algo triste o afortunado, pues no me gusta seguirle la corriente a las festividades que sólo buscan sacarte dinero. Pero regresando al meollo del asunto, hace poco escuché la pregunta de si existe o no el amor y yo pienso que sí... sólo que no sé dónde, porque hace rato no lo veo. ¿Acaso es tan difícil que un hombre y una mujer se gusten, entiendan, simpaticen y finalmente enamoren? Para mí que cupido es gay y ya no le hace caso a los heterosexuales, pero no me hagan mucho caso pues ya tengo rato oyendo canciones de despechados (como abundan esas ¿verdad?). Y para muestra chequen:
No se acaba el amor sólo con decir adiós. Hay que tener presente que el estar ausente no anula el recuerdo, ni compra el olvido ni nos borra del mapa. El que tú no estés no te aparta de mí. Entre menos te tengo más te recuerdo aunque quiera olvidarte. Estás en mi mente y me pregunto mil veces, ¿por qué es tan cruel el amor? :p
No se acaba el amor sólo con decir adiós. Hay que tener presente que el estar ausente no anula el recuerdo, ni compra el olvido ni nos borra del mapa. El que tú no estés no te aparta de mí. Entre menos te tengo más te recuerdo aunque quiera olvidarte. Estás en mi mente y me pregunto mil veces, ¿por qué es tan cruel el amor? :p
viernes, 2 de febrero de 2007
Al maestro con cariño
Matemáticas es una materia que jamás me llamó la atención. Después de todo, ¿qué caso tiene aprender tantas fórmulas que no sirven para nada en la vida real? Por eso, cuando llegó el momento de la verdad, preferí comprar mi calificación por $400 pesos y una botella de ron. Debo aclarar que mi entonces maestro de bachillerato tenía toda la voluntad de enseñar, pero a mí no me interesaba aprender nada de él y por eso hice lo que hice. Sin embargo, mi siguiente maestro resultó ser un tipo bastante antipático y severo, por lo que decidí repetir la hazaña del curso anterior: abandonar su clase y comprar una B en examen extraordinario. Pero esta vez las cosas fueron muy diferentes, se había corrido la voz de que varios maestros estaban vendiendo calificaciones y comenzó una cacería de brujas que terminó con el despido de varios de ellos y mi plan de comprar el pase frustrado. Por ese motivo tuve que recursar matemáticas, perdiendo un año entero por una sola materia y temiendo que quizá no podría lograrlo, al no saber de qué trató el curso anterior. Y así fue, llegó mi nuevo maestro (un hombre que usaba bastones para caminar, pero con mucho sentido del humor) y de inmediato notó la enorme ignorancia de los ahí presentes, por lo que dijo: "Vamos a hacer un repaso de lo más elemental, pues esa es la base para entender todo lo demás." Fue muy penoso admitir que no sabía nada de quebrados y ecuaciones de primer grado, pero bajo la tutela de este hombre empecé a entender todo el proceso y a interesarme en él. Sus clases eran amenas y completamente entendibles, muy diferentes a las que impartían otros maestros (como aquel viejo antipático). En pocos meses ya estaba haciendo cálculos complejos de Geometría Analítica, algo que no pensé que pudiera lograr por mí mismo y sin hacer trampa. Todo mi panorama cambió al saberme capaz de hacer cosas que creía imposibles y por eso me dio mucha tristeza cuando nos dijo que ese era su último año dando clases. Maestros así no deberían retirarse nunca pues te enseñan más que una simple materia, te enseñan a creer en ti mismo y a hacer bien las cosas. Ese fue un 10 que no puede comprar el dinero y que valoraré el resto de mi vida. Gracias maestro.
jueves, 1 de febrero de 2007
Las peliculas de Movie City
Esta semana me tocó ver dos películas por cable (Movie City) que me parecen dignas de mención. La primera la bautizaron en español Amor en Juego y trata sobre un maestro de escuela que es super fanático de los Medias Rojas de Boston, al grado que no se pierde nunca un partido, hasta que conoce a Drew Barrymore y entonces comienzan un romance muy divertido pero accidentado, debido al fanatismo del sujeto por su equipo de beisbol. Sin embargo, al final puede más el amor por ella que por el deporte y decide vender sus asientos en el estadio (que le heredó un tío igual de fanático), pero ella le dice: "Me amas lo suficiente para renunciar a tu más grande pasión y yo te amo lo suficiente para impedir que lo hagas". Sí, puede parecer sólo otra comedia romántica para pasar el rato (y quizá lo sea), pero a mí me gustó. La otra película fue una verdadera sorpresa pues no sabía que existía y menos que Cameron Díaz pudiera interpretar un papel diferente a los de siempre. Se llama En sus Zapatos y es difícil explicar de qué trata pues abarca muchas cosas. Cameron hace el papel de una rubia incapaz de mantener un trabajo por culpa de la dislexia, por lo que vive prácticamente de la caridad de su familia y de lo que le roba a propios y extraños. Luego de un pleito con su hermana, la última en tolerar sus imprudencias, decide visitar a su abuela en Florida y de pronto parece que la vida la pone en el camino correcto para cambiar su actitud. La abuela la mete a trabajar como asistente en un asilo de ancianos y ahí conoce a un hombre ciego que resulta ser un profesor retirado que la pone a estudiar para superar su dislexia. La película es más bien un drama con final feliz (las hermanas se reconcilian), pero es buena y se la recomiendo a todo mundo. Siendo tan desastrosa Maggie (Cameron Díaz), su hermana en algún momento le dice a su prometido: "Cuando la conozcas seguramente me pedirás que la corra, que incluso la mate y yo querré hacerlo... pero no será posible, pues mi vida no tiene sentido sin ella". Seguramente este será el papel por el que será recordada siempre, aunque no reciba premios ni nada. Feliz inicio de mes.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)