
Hace unos días compré un iPod Shuffle y estoy muy feliz con él. Para empezar, éste sí lo puedo sacar a la calle... no como el otro que compré hace un año y rara vez lo saco del cuarto (y menos ahora que lo tengo lleno de información del trabajo). Ahora ya me puedo olvidar del viejo Walkman que cargaba a todos lados, sin contar los tres o cuatro casettes y todas esas pilas AA. Hoy la tecnología es capaz de generar reproductores mp3 diminutos, con capacidad de hasta 240 canciones (un casette de 60 minutos apenas podía contener doce canciones) y con una calidad de audio aceptable, aunque la del iPod video siempre será mejor por obvias razones.
Este nuevo modelo de iPod tiene un broche para colgarlo en la ropa o donde uno quiera, a mí en lo personal me acomoda más traerlo en la tira derecha del cinturón, y pesa menos que dos monedas de 10 pesos, por lo que te olvidas de que lo traes puesto, pero no se pierde porque está bien sujeto a ti. Quizá mi única queja es que, para usarlo como memoria de respaldo, debes cargar con su base a todas partes y es una lata, pero un punto a su favor es que se recarga de energía al mismo tiempo que actualizas tu lista de música... y si tienes puertos USB 2.0 lo hace bastante rápido. No cabe duda que la gente de Apple sabe lo que hace. Nos vemos.