jueves, 12 de julio de 2012

¿Las tarjetas de crédito son buenas o malas?


Mucha gente piensa que las tarjetas de crédito son un motivo de angustia y endeudamiento, pero la verdad es que son una herramienta que, si se sabe usar, puede ser muy útil. Si quieres tener una, lo primero que debes saber es que no es dinero gratis. Cada cosa que adquieras con ella tendrás que pagarla después con tu propio dinero, así que no te engañes pensando que el banco o la tienda te están haciendo un obsequio. En cambio, si te acostumbras a pagar el mínimo cada mes tú sí estarás obsequiando dinero, debido a los intereses acumulados. Y por eso lo mejor es pagar el total de lo que compras antes de tu fecha límite, pero no después o te cargarán intereses adicionales por hacerlo fuera de tiempo.

¿Y de qué me sirve tener una tarjeta si tendré que pagar en efectivo de todos modos? Por ventajas como la domiciliación. Piensa en todos los pagos que haces cada mes de telefonía celular, Internet, televisión por cable, seguro de vida, etcétera. La tarjeta de crédito te permite domiciliar todos tus pagos, lo que te ahorra tiempo en filas y dinero en traslados a los lugares donde hacías tus pagos, y todo sin soltar un peso extra por comisiones (es decir: si debes $350 a Telcel, te cargarán sólo $350 pesos). Y mejor aún: usar el plástico te premia con puntos que puedes canjear por mercancía o comida en los establecimientos participantes.

Pero olvida eso de "No salga sin ella". Haz lo contrario: jamás la lleves contigo para evitar las compras por impulso. Y no permitas que aumenten tu saldo, mientras menos crédito tengas disponible, mejor. Usa tu tarjeta sólo cuando sea necesario. Ciertos servicios sólo pueden pagarse con tarjeta, como reservaciones de hotel y compras en línea, así que aprovecha la ventaja de tener una, pero recuerda cubrir el total de lo que compres para no generar intereses. Por último, una tarjeta te permite financiarte a ti mismo por un breve lapso de tiempo, pero hazlo sólo si sabes que recibirás dinero en los próximos días. No te endeudes por el mal uso de la tarjeta, es malo para tu salud y la de tu historial crediticio.

jueves, 5 de julio de 2012

SMASH, final de temporada


SMASH es una serie de televisión producida por Steven Spielberg que se volvió la número uno en EU desde el momento de su estreno. Sin embargo, cuando la anunciaron en Universal Chanel pensé que sólo querían aprovecharse del éxito de GLEE, pero luego ví el episodio piloto y me quedé con ganas de más. A pesar de que la serie va dirigida al público femenino y que toca el tema de la homosexualidad sin ningún tapujo (es Broadway, después de todo) logró mantenerme atento de principio a fin, y eso que el teatro no es mi fascinación. Sí, admito que hubo episodios donde la música parecía metida con calzador, para cumplir con los tiempos y porque se supone que es una serie musical, pero cuando se enfocaban en el proyecto sobre la vida de Marilyn Monroe era notable su nivel de producción. La música compuesta para Bombshell es realmente extraordinaria, así como el talento de su elenco, empezando por Katharine McPhee y Megan Hilty, las eternas rivales que luchan por interpretar el mismo papel.

Algo que me gustó mucho —y seguro pocos notaron— es la cortinilla de inicio donde el logo de SMASH aparece tras bambalinas, y sobre la marcha comienza a encenderse —incluso quema un foco o dos conforme surgen las primeras dificultades— y en el episodio final aparece completamente iluminado, frente al telón. Y el final de temporada es quizá el mejor episodio de todos, en especial porque sus guionistas sabían que algo faltaba para que Bombshell fuera un éxito y no hallaban la forma de arreglarlo. Estaban conscientes de que no podían terminar con la imagen de una Marilyn muerta, por lo que era necesario cambiar el desenlace por otro mejor, uno que evocara lo mejor de su vida. Por lo tanto una canción era necesaria, pero no cualquier canción. Y teniendo el tiempo encima, con la presentación a minutos de dar inicio y con todo en su contra, Karen Cartwright salió a escena y se volvió una estrella. No sé si alguien se haya parado a aplaudir en ese momento, pero yo estuve a punto de hacerlo, jajaja. Ahora me preocupa que una segunda temporada no esté a la altura de ésta, pero yo espero que sea incluso mejor. Muy bien, Spielberg.